Flores de Bach - Biografía de Edward Bach
1/18/2009 Publicado por Martin
Etiquetas: Bio-grafias
BIOGRAFIA DEL DR. EDWARD BACH
Nace en 1886 en Moseley (Birmingham) Inglaterra.En 1902 y con solo 16 años, trabaja en la fábrica de su padre, una fundición de latón. En 1906 con 20 años, empieza a estudiar la carrera de Medicina, ingresando en la falcultad de Medicina de Birmingham. Se gradua en 1912 en el Hospital Escuela de la Universidad de Londres.
En 1912 monta su consultorio privado en Harley Street. Tanbién buscando una salida de los caminos trillados, empezó a trabajar en el Hospital Escuela de la Universidad de Londres, como Bacteriólogo asistente. Su primer resultado no se hizo esperar mucho, rapidamente descubrio que ciertos gérmenes presentes en el intestino, pero que hasta la fecha eran considerados sin mayor importancia, tenian, a causa de las toxinas que generan, una estrecha relación con las enfermedades crónicas rebeldes a cualquier tratamiento. Preparó una vacuna a partir de esas bacterias para desenbarazarlas. Los éxitos terapéuticos superaron las esperanzas del propio Dr. Bach, siendo la vacuna inyectada directamente en la sangre y produciendo una rápida y espectacular mejora en los enfermos, que volvian a encontrar una forma olvidada desde hacía largo tiempo, tales como trastornos crónicos de Artritis, Reúma, Dolores de cabeza, etc. Pero las inyecciones iban acompañadas de dolorosas reacciones secundarias, y al Dr. Bach le repugnaba infrigir un tratamiento penoso. Se dío cuenta, de que no era necesario renovar la vacuna antes de que terminara el efecto de la última inyección. La inutilidad de repetir un remedio mientras persiste la mejoría que ha producido, es un principio de la posología homeopática establecida por Hahnemann. El Dr. Bach estaba por aquella epoca alislado del contexto homeopático, aunque descubriera dicha ley por si mismo.
En 1920 empieza publicando los resultados de sus investigaciones en las actas de la Real Sociedad de Medicina. Rapidamente simpatizara con la Medicina Homeopática el cual muchos años antes ya habia relacionado las enfermedades crónicas con la toxemia intestinal como cuenta en su libro "Organon de la Medicina" , donde éste sienta las bases de la Medicina Homeopática.
El Dr. Edward Bach decide preparar sus vacunas con técnicas Homeopáticas, presentando las siete vacunas (nosodes) , que obraron maravillas en casos crónicos rebeldes hasta entonces y que fueron de gran aceptación tanto en el ámbito Homeopático como en el Alopático.
Las siete vacunas Homeopáticas obtenidas de gérmenes intestinales presentadas:Proteus, Disentery, Morgan, Faecalis Alkaligens, Coli Mutabile, Gaertner y Nº 7.
Ahora bien, la Homeopatía funda la indicación de sus remedios en el psiquismo del enfermo, su carácter y su tipo. En el entusiasmo del descubrimiento, el propio Dr. Bach se aplicó a evidenciar las características mentales propias de cada uno de los siete nosodes, esto es, las de los enfermos en los que, según el análisis del b laboratorio, se advertia el predominio de tal o cual grupo de bacterias. Pasando a la aplicación, el Dr. Bach deducia del comportamiento del enfermo y de los rasgos de su carácter y su pertenencia a uno de los siete grupos de bacterias, y el nosode correspondiente lo mejoraba. El uso de los nosodes del Dr. Bach se extendió ampliamente en todo el Reino Unido, donde todavía se utilizan, así como en los Estados Unidos y Alemania.
No ignoraba que los siete nosoles que habia preparado no trataban todas las enfermedades crónicas, sino tan sólo las que Hahnemann había clasificado en el grupo psórico. En su búsqueda de nuevas formulas, un sueño le obsesionaba, la preparación de los mismos sin tener que recurrir a sustancias tóxicas y obtenerlos del reino vegetal.. La búsqueda de formulas vegetales tropezaban con una dificultad que el Dr. Bach no resolvería sino unos años más tarde, ya que las formulas preparadas a partir de bacterias tenían polaridad negativa, viendo en ello la causa de su eficacia terapéutica, mientras que la formula vegetal que había intentado preparar como simillimum tenía polaridad positiva.
Hacía finales de Septiembre de 1928, el Dr. Bach tuvo un deseo tan repentino como irresistible de trasladarse al Pais de Gales, la tierra de sus antepasados. Empieza a investigar, observando la flor malva pálido de la Impaciencia (en Latín Impatiens Glandulifera y en Inglés Impatiens), la flor dorada del Mínulo (en Latín Mimulus Guttatus y en Inglés Mímulus) y la de Clemátide (en Latín Clematis Vitalba y en Inglés Clematis), tuvo la idea de preparar formulas siguiendo el mismo método que el de los nosodes y administrarlos a pacientes cuyo psiquismo armonizase con el de aquellas plantas, en las que vislumbraba la signatura de la Impaciencia y la irritabilidad para la Impaciencia, del temor o la timidez para el Mímulo, y de ideales soñadores para la Clemátide.
En 1929 publica en la revista Homeopática Británica su trabajo "El redescubrimiento de la Psora". Continua manteniendo su consultorio privado en Harley Street y también continua con las investigaciones en su laboratorio, publicando sus descubrimientos en las principales revistas científicas de País.
Se instala en el País de Gales en primavera de 1930, para poder seguir investigando, abandonando una consulta importante, un laboratorio y una cómoda renta anual, cuya mayor parte había invertido en sus investigaciones. Partía desin recursos económicos, pero con unos resultados obtenidos que fueron tan convincentes, que a sus cuarenta y tres años, había decidido realizar dicho cambio.
Era primavera, el Dr. Bach se convenció rápidamente de que sólo hallaría aquellas plantas cuando el verano reinara de pleno sobre la naturaleza, y las flores, siedo esta la única parte que pensaba utilizar, hubieran concentrado bajo el efecto de los rayos solares toda la energía de la planta, su vida intima, en una quintaesencia que contiene todas sus virtudes, antes de dar origen al grano, receptáculo de la fórmula completa de la planta.
Poco después de su llegada al País de Gales, el Dr. Bach se consternó al descubrir que se había dejado en Londres utensilios que le hacian falta para la preparaciónde los Elixires Florales o Remedios Florales a partir de los productos de la recolección. Paseando al amanecer entre los campos, un buen día, su atención fué atraída por el fenómeno del rocío, en un instante de iluminación, comprendió que en cada una de las gotas de rocío que cubren la flor, se infunde la virtud de la planta, deduciendo que el sol, por el calor que produce en la pequeña masa de agua, extrae, al nivel de concentración de los principios activos que la flor es, la subtancia activa de la planta fijada en el fluido del rocío, comprendiendo con esto la práctica alquímica de la paciente recogida de rocío.
Esta convergéncia no ha de sorprendernos, pues el Dr. Bach había alcanzado el punto en que el buscador ha encontrado el sendero, estableciendo su propio plan, recogería sumidades floridas, las colocaria en un tazón de agua de manantial que dejaria expuesto a los rayos solares durante varias horas en los mismos lugares de recolección; así las energías sutiles presentes en la flor serían liberadas por el sol y pasarían al agua. Las flores en efecto, se marchitaban, lo cual mostraba la realidad de la transferencia.
Para estabilizar esta especie de infusión, el Dr. Bach añadió un volumen de alcohol, preferentemente aguardiente de uva, más bien que alcohol rectificado, menos natural. El Dr. Bach adquirió la certeza de la decisiva acción del sol, pues las gotas de rocio recogidas en un lugar donde la sombra se había extendido rápidamente no contenían los principios activos de la planta.
Durante los últimos años pasados en Londres, y todavía unas después de su llegada al País de Gales, la intuición y facultades extrasensoriares del Dr. Bach se habian desarrollado de manera espectacular. Percibía directamente la acción general de una planta sin ayuda de ningún análisis químico, le bastaba sostener una flor en la mano o tenerla unos instantes en la lengua para sentir el efecto producido por la planta en el organismo. En cuanto tenía contacto con unos cuantos pétalos, el Dr. Bach sabía si la planta estaba en cierto modo, en equilibrio, y que en consecuencia podia enmendar.
El Dr. Bach comenzó por hacer una especie de inventario de los estados de ánimo negativos para buscar a continuación las flores que les corresponderían. En este verano de 1930 tenía todo el tiempo disponible para precisas una tipología apropiada , observando por ejemplo a los veraneantes en la playa. Naturalmente, aquellos veraneantes en la playa, no eran precisamente enfermos, y precisamente, una de las originalidades de su método es haber clasificado entre las indicaciones de un remedio, los elementos positivos de un carácter y de la personalidad que en una persona pueden coexistir con aspectos patológicos.
El Dr. Bach enumeró todos los estados de ánimo negativos considerándolos en sí mismos, independientemente de cualquier otro factor como la constitución, la edad, etc. Luego de ellos, enumeró doce principales :
* El miedo.
* El pánico.
* La tortura mental o la ansiedad.
* La indecisión.
* La indiferencia o el tedio.
* La duda o el desánimo.
* La perocupación excesiva.
* La debilidad.
* La descofianza en si mismo.
* La impaciencia.
* El entusiasmo excesivo.
* El orgullo o la reserva excesiva.
En septiembre de 1928, el Dr. Bach trabajaba con tres flores, la Impaciencia, el Mímulo y la Clemátide en pacientes cuyos rasgos psicológicos ya indiqué. Con la Clemátide había hecho recobrar el conocimiento rápidamente a personas que se habian desmayado, por simple aplicación de unas gotas en los labios, detrás de los oídos, alrededor de las muñecas o en las palmas de las manos. Ahora quería hallar las otras nueve plantas para completar la serie de los doce principales estados de ánimos negativos. Su búsqueda minuciosa entre las flores de los campos, entremezclada con la experimentación en los enfermos en los que prodigaba sus cuidados con mucho éxito, realizando su trabajo sin ningún lucro económico, había de durar hasta el verano de 1932. En esta etapa, el propio Dr. Bach habia denominado a las doce plantas, "Los Doce Curadores".
En 1933 con el princio de la primavera, prosiguió sus búsquedas para hallar, esta vez, remedios adecuados a estados de ánimo más rebeldes, por ser más antiguos y estar profundamente arraigados en el psiquismo. A finales del verano de 1934, y tras seis años de búsqueda, ya había reunido diecinueve Elixires Florales, pero estimaba que algunas disposiciones del ánimo no tenían un lugar preciso en aquella serie. Al pricipio de la primavera de 1935, el Dr. Bach iba a emprender sus investigaciones una vez más, pero de modo diferente.
Para cada uno de los Elixires Florales de la primera serie, había procedido a partir de la definición de una disposición de ánimo establecida como observador, realizando inventario de las plantas que ya las conocia o que había descubierto, pero discernia por intuición el vínculo una de tales plantas con aquella disposición de ánimo. Pero para cada uno de los diecinueve Elixires Florales de la segunda serie, el propio Dr. Bach se encontró espontáneamente, sin haberlo buscado ni premeditado, en la disposición de ánimo que el Elixir o Remedio que iba a descubrir podia combatir. Así, un buen día de marzo de 1935, el Dr. Bach fue víctima de una fuerte inflamación de los senos frontales y experimentó un dolor insoportable en los pólulos, sufiendo al mismo tiempo de una gran cefálea tenaz y tan intensa que apenas veía, siendo los dolores tan fuertes que se sintió desesperado y temió que su razón vacilara si había de seguir viviendo de aquel modo, teniendo como un deseo de acabar con su vida. Comprendió que que aquella cruel prueba que estaba viviendo, lo encaminaría a un nuevo Elixir o Remedio. Una mañana temprano, sale caminando a través de los campos, como muchas veces anteriormente habia hecho, y a la vuelta de un recodo obserbva y ve de pronto un seto adornado de las flores blancas de Prunus Cerasífera (Cerasifera), que florece muy pronto en primavera, tomando unas cuantas ramas floridas y llevandoselas a su casa, siendo el método de infusión solar impracticable, ya que el sol aún no tiene bastante fuerza para ello. El Dr. Bach decide poner las flores al fuego, dejandolas a fuego lento durante una hora. Retirandolas del fuego transcurrida la hora, y dejandola que la decocción se enfrie naturalmente. Cuando se ha enfriado la decocción, la filtra y absorve algunas gotas. Casi instántaneamente cesa su tortura mental, el dolor físico también desaparece. Comprueba en si mismo, que a la mañana siguiente esta totalmente curado. El Dr. Bach acababa de preparar para si mismo Prunus Cerasifera (Cerasifera), el remedio de los estados en que el enfermo, por dedespero, está a punto de cometer un acto irreparable hacia si mismo, de matarse o simplemente de perder el juicio. Desde la primavera de 1935 y hasta finales del verano, el Dr. Bach iba a vivir diecinueve veces seguidas esta situación : un sufrimiento poco común durante unos cuantos días hasta encontrar su remedio.
En cinco años, pues, se había constituido una serie de treinta y ocho remedios o elixires florales : de hecho, el Dr. Bach había probado muchos más, centenares de especies, pero de ellas no retuvo sino treinta y ocho, que para él representaban la gama completa de los temperamentos psíquicos humanos : desde el odio y la dureza del Ilex Aquifolium (Acebo), hasta la suave arrogancia de la Hottonia Palustris (Violeta de agua), desde la voluntad dictatorial de la Vitis Vinifera (Vid), hasta la debilidad y sumisión de la Centaurium Umbellatum (Centaura).
Si bien algunas de las plantas que había seleccionado parecían no haber sido nunca, al menos que él supiese, objeto de ningún uso medicial, otras, en cambio, habían sido utilizadas en épocas antiguas, pero el conocimiento de sus virtudes se había persido; otras seguían figurando en la farmacopea moderna, pero su verdadero poder psíquico ya no se reconocía aunque su nombre, a veces, pudiera dar prueba de un antiguo conocimiento de ese poder, como ocurre con la Impatiens Glandufífera (Impaciencia). Además, lo que servía de base a su preparación en farmacia clásica era la planta entera, o bien la raíz o las hojas, mientras que el Dr. Bach utilizaba solo las flores.
En la enfermedad hay un cambio de sisposición y de humor en la persona, cambio que los buenos observadores son capaces de notar antes, de que la enfermedad se manifieste. El tratamiento evitará, así, que el mal llegue a aparecer. En dolencias presentes y prolongadas también será el estado de humor del paciente lo que nos indicará el remedio a aplicar.
Dr. Edward Bach
El 27 de Noviembre de 1936, a la edad de 50 años, el Dr. Edward Bach muere mientras dormía en su casa de Mount Vernon, Scotwell, Gran Bretaña.
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